miércoles, 12 de septiembre de 2012

Conserva de Tomate Seco


Otra manera de conservar nuestros tomates para consumirlos durante todo el año es deshidratándolos. Se trata de una técnica bastante antigua y sencilla que se realiza tanto en frutas como hortalizas, y que no requiere ningún tipo de consumo energético. La manera con la que lograremos realizar el deshidratado (o secado) será mediante secado solar no directo, para ello utilizaremos el calor del sol y algo de aire para realizar una deshidratación progresiva que no dañe ni haga perder calidad de aspecto de los alimentos.

Es importante tener en cuenta cuando seleccionemos los tomates, que no estén muy maduros ya que cuanto mayor sea la cantidad de agua mas tardaremos en deshidratarlos y mayores serán los riesgos de contaminación.
 
Preparación de la conserva:

- Cogemos una bandeja bien limpia y colocaremos sobre ella unas tiras de papel de cocina o un cartoncillo. 

- Lavamos los tomates y los partimos a la mitad dejándolos bocarriba encima de la bandeja.
- Espolvoreamos un poquito de sal a los tomates para acelerar el proceso. 
- Colocamos la bandeja en un lugar soleado en el que corra un poquito el aire y protegemos los tomates del sol evitando el contacto directo de este. (Nosotros hemos colocado una sombrilla)
 
Pasados unos días este es el aspecto de nuestros tomatitos secos :). Ya listos para envasar en aceite o bien guardarlos en una malla con ventilación.


jueves, 6 de septiembre de 2012

Germinación de semillas

 
Siempre que nos decidimos a preparar un semillero nos planteamos como realizar la germinación de nuestras semillas. Hay gente que decide germinar las semillas directamente en el campo y posteriormente ir clareando según vayan saliendo nuestras plantas, otros deciden germinar en semilleros cubiertos, otros optan por fabricarse un germinador que les ayude a obtener condiciones mejores para la germinación, … y de aquí infinitas maneras particulares de hacer tus propias geminaciones. El tipo de método que se utiliza suele ir en función de la planta que deseamos germinar y de si las condiciones medioambientales son las adecuadas para la germinación en el momento en que la deseamos. En nuestro caso hemos ido cambiando la manera de realizar la germinación según la planta que queremos poner a base de prueba y error.

La primera vez decidimos realizar germinacion de semillas las introdujimos en grandes maceteros colocados dentro de casa para posteriormente ir clareando las plantitas e irlas trasplantando a semilleros, pero debido al calor de la calefacción pudimos comprobar que las plantas nos salieron muy finitas y de tan poca consistencia que en cuanto las sacamos a un lugar más fresco fallecieron. 

En nuestro siguiente intento decidimos realizar la misma operación pero en este caso movimos los maceteros a la terraza con lo que conseguimos que las semillas que germinaron se hicieran plantas más robustas, pero germinaron muchísimas menos con lo que no eran suficientes para lo que necesitábamos. De esta última manera hicimos varios intentos cubriendo los maceteros, descubriendo los maceteros hasta ver como empezaban a salir las primeras plantas y metiendo los maceteros en invernadero, pero el resultado en todos los casos siempre fue el mismo. Empezamos a indagar sobre cual podía ser el problema, que aunque fuera evidente la inexperiencia no te deja verlo, y nos dimos cuenta que para el lugar donde vivimos no es posible geminar las semillas tan temprano como querríamos. Pero para todo hay una solución :), por internet hay muchísimos tutoriales para la fabricación de sencillos germinadores con los que los resultados pueden ser maravillosos. Nos hicimos uno pequeño para realizar pruebas y la verdad nos encanto, consigues que la gran mayoría de las semillas germinen en poco tiempo y todas a la vez con lo que puedes sacar los semilleros a un lugar más fresco con la seguridad de que no habrá cubiletes sin nuestras preciadas plantitas. 

La manera de realizar esta germinación con el germinador, consiste en unos pasos muy sencillos:
  1. Rellenamos los semilleros dejando un dedo hasta el borde.
  2. Introducimos 3 o 4 semillas en cada cubilete del semillero para asegurarnos que habrá al menos la germinación de una de las semillas.
  3. Cubrir con las semillas con tierra o sustrato dependiendo de lo que estemos utilizando.
  4. Meter el semillero al germinador y aplicar calor para que germinen perfectamente nuestras semillas.
  5. Una vez veamos que las plantitas están saliendo, sacar el semillero del germinador y en caso de que salgan mas de una planta eliminar las que consideremos mas débiles dejando únicamente una en cada cubilete
Como veis es bastante sencillo, con ello te aseguras tener tus semilleros con las mejores plantas y al no tener que realizar trasplantes de raíz descubierta no sufren cuando las ponemos en nuestro huerto ya que la plantación se realiza con cepellón. Pero en el último punto es donde nosotros tuvimos algún “problemilla”, digo problemilla porque en realidad no lo es, porque cuando ves como están saliendo varias plantitas con muy buen aspecto tienes la tentación de separarlas y utilizar ambas. Entonces la ventaja de plantar con cepellón se elimina, por lo que necesitabamos buscar algún tipo de variación para que pudiéramos aprovechar las ventajas del germinador sin sentir lastima cada vez que teníamos que eliminar una planta en buenas condiciones. 

Le dimos muchas vueltas a como mejorar y que mejor idea que la manera con la que germinábamos de pequeños las judías para llevarlas al cole. ¿Recordáis aquellos algodoncitos húmedos en los que veíamos como germinaban? Normalmente nos solemos volver locos ideando cosas complicadas pero como bien dice Macaco “hacia lo simple anda la destreza”. Si cuando éramos mas chicos nos fascinaba ver como nuestra judía germinaba entre aquellos algodones para posteriormente meterla en nuestro vaso de yogurt con tierra para verla crecer ¿Por qué no realizar la misma operación? Al fin y al cavo la idea, además de poder alimentarnos de nuestros propios productos, es disfrutar de la misma manera que hacíamos cuando éramos niños con la naturaleza. La diferencia con la que hemos contado antes es que hay que realizar algun pasito mas para que nuestras semillas geminen antes de ser introcudidas en los semilleros:
  1. Preparar un tupper introduciendo una servilleta con las semillas.
  2. Tapar las semillas con la servilleta y humedecer la servilleta con un poco de agua.
  3. Meter el tupper al germinador y aplicar calor para que germinen perfectamente nuestras semillas.
  4. Una vez veamos que las semillas germinan tenemos que preparar el semillero rellenándolos cubiletes dejando un dedo hasta el borde.
  5. Introducir una semilla germinada en cada cubilete.
  6. Cubrir con las semillas con tierra o sustrato dependiendo de lo que estemos utilizando.
  7. Meter el semillero al invernadero y esperar a que nuestras plantitas comiencen a salir en poquitos días.
Esperamos que os sirva de ayuda nuestras pruebecillas. Saludos :)