Otra manera de conservar
nuestros tomates para consumirlos durante todo el año es deshidratándolos. Se
trata de una técnica bastante antigua y sencilla que se realiza tanto en frutas
como hortalizas, y que no requiere ningún tipo de consumo energético. La manera
con la que lograremos realizar el deshidratado (o secado) será mediante secado
solar no directo, para ello utilizaremos el calor del sol y algo de aire para
realizar una deshidratación progresiva que no dañe ni haga perder calidad de
aspecto de los alimentos.
Es importante tener en cuenta cuando seleccionemos los
tomates, que no estén muy maduros ya que cuanto mayor sea la cantidad de agua mas
tardaremos en deshidratarlos y mayores serán los riesgos de contaminación.
Preparación de la conserva:
- Cogemos una bandeja bien limpia y colocaremos
sobre ella unas tiras de papel de cocina o un cartoncillo.
- Lavamos los tomates y los partimos a la mitad dejándolos
bocarriba encima de la bandeja.
- Espolvoreamos un poquito de sal a los tomates para acelerar el
proceso.
- Colocamos la bandeja en un lugar soleado en el
que corra un poquito el aire y protegemos los tomates del sol evitando el
contacto directo de este. (Nosotros hemos colocado una sombrilla)
Pasados unos días este es el aspecto de nuestros tomatitos
secos :).
Ya listos para envasar en aceite o bien guardarlos en una malla con ventilación.
Siempre que
nos decidimos a preparar un semillero nos planteamos como realizar la
germinación de nuestras semillas. Hay gente que decide germinar las semillas
directamente en el campo y posteriormente ir clareando según vayan saliendo nuestras plantas, otros deciden germinar en semilleros cubiertos, otros
optan por fabricarse un germinador que les ayude a obtener condiciones
mejores para la germinación, … y de aquí infinitas maneras particulares de
hacer tus propias geminaciones. El tipo de método que se utiliza suele ir en
función de la planta que deseamos germinar y de si las condiciones
medioambientales son las adecuadas para la germinación en el momento en que la
deseamos. En nuestro
caso hemos ido cambiando la manera de realizar la germinación según la planta
que queremos poner a base de prueba y error.
La primera vez decidimos
realizar germinacion de semillas las introdujimos en grandes maceteros colocados dentro de casa
para posteriormente ir clareando las plantitas e irlas trasplantando a
semilleros, pero debido al calor de la calefacción pudimos comprobar que las
plantas nos salieron muy finitas y de tan poca consistencia que en cuanto las
sacamos a un lugar más fresco fallecieron.
En nuestro siguiente intento
decidimos realizar la misma operación pero en este caso movimos los maceteros a
la terraza con lo que conseguimos que las semillas que germinaron se hicieran
plantas más robustas, pero germinaron muchísimas menos con lo que no eran
suficientes para lo que necesitábamos. De esta última manera hicimos varios
intentos cubriendo los maceteros, descubriendo los maceteros hasta ver como
empezaban a salir las primeras plantas y metiendo los maceteros en invernadero,
pero el resultado en todos los casos siempre fue el mismo. Empezamos a indagar
sobre cual podía ser el problema, que aunque fuera evidente la inexperiencia no
te deja verlo, y nos dimos cuenta que para el lugar donde vivimos no es posible
geminar las semillas tan temprano como querríamos. Pero para todo hay una
solución :), por internet hay muchísimos tutoriales para la fabricación de
sencillos germinadores con los que los resultados pueden ser maravillosos. Nos
hicimos uno pequeño para realizar pruebas y la verdad nos encanto, consigues
que la gran mayoría de las semillas germinen en poco tiempo y todas a la vez
con lo que puedes sacar los semilleros a un lugar más fresco con la seguridad
de que no habrá cubiletes sin nuestras preciadas plantitas.
La manera de
realizar esta germinación con el germinador, consiste en unos pasos muy sencillos:
- Rellenamos
los semilleros dejando un dedo hasta el borde.
- Introducimos 3 o 4 semillas en cada cubilete del semillero para asegurarnos que
habrá al menos la germinación de una de las semillas.
- Cubrir con
las semillas con tierra o sustrato dependiendo de lo que estemos utilizando.
- Meter el
semillero al germinador y aplicar calor para que germinen perfectamente
nuestras semillas.
- Una vez
veamos que las plantitas están saliendo, sacar el semillero del germinador y en
caso de que salgan mas de una planta eliminar las que consideremos mas débiles
dejando únicamente una en cada cubilete
Como veis es
bastante sencillo, con ello te aseguras tener tus semilleros con las mejores
plantas y al no tener que realizar trasplantes de raíz descubierta no sufren cuando las ponemos en nuestro huerto ya que la plantación se realiza
con cepellón. Pero en el último punto es donde nosotros tuvimos algún
“problemilla”, digo problemilla porque en realidad no lo es, porque cuando ves
como están saliendo varias plantitas con muy buen aspecto tienes la tentación
de separarlas y utilizar ambas. Entonces la ventaja de plantar con cepellón se
elimina, por lo que necesitabamos buscar algún tipo de variación para que
pudiéramos aprovechar las ventajas del germinador sin sentir lastima cada vez
que teníamos que eliminar una planta en buenas condiciones.
Le dimos muchas
vueltas a como mejorar y que mejor idea que la manera con la que germinábamos
de pequeños las judías para llevarlas al cole. ¿Recordáis aquellos algodoncitos
húmedos en los que veíamos como germinaban? Normalmente nos solemos volver
locos ideando cosas complicadas pero como bien dice Macaco “hacia lo simple
anda la destreza”. Si cuando éramos mas chicos nos fascinaba ver como nuestra
judía germinaba entre aquellos algodones para posteriormente meterla en nuestro
vaso de yogurt con tierra para verla crecer ¿Por qué no realizar la misma
operación? Al fin y al cavo la idea, además de poder alimentarnos de nuestros
propios productos, es disfrutar de la misma manera que hacíamos cuando éramos
niños con la naturaleza. La diferencia con la que hemos contado antes es que hay que realizar algun pasito mas para que nuestras semillas geminen antes de ser introcudidas en los semilleros:
- Preparar
un tupper introduciendo una servilleta con las semillas.
- Tapar las
semillas con la servilleta y humedecer la servilleta con un poco de agua.
- Meter el
tupper al germinador y aplicar calor para que germinen perfectamente nuestras
semillas.
- Una vez
veamos que las semillas germinan tenemos que preparar el semillero
rellenándolos cubiletes dejando un dedo hasta el borde.
- Introducir
una semilla germinada en cada cubilete.
- Cubrir con
las semillas con tierra o sustrato dependiendo de lo que estemos utilizando.
- Meter el
semillero al invernadero y esperar a que nuestras plantitas comiencen a salir
en poquitos días.
Esperamos que os sirva de ayuda nuestras pruebecillas. Saludos :)